Para disfrutar plenamente de las propiedades y belleza de nuestros porcelanatos, te brindamos algunos consejos para su colocación, limpieza y mantenimiento.

Es fundamental contar con la ayuda de profesionales calificados más herramientas adecuadas para llevar a cabo una colocación correcta, ya que esto tendrá un gran impacto en el resultado final.

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ANTES DE INICIAR LA COLOCACIÓN

  • Conviene asegurarse de que la cantidad del lote de material sea suficiente y de que el tono y calibre sean adecuados.
  • Para el cálculo del material necesario, sugerimos incluir un porcentaje adicional reservado para cortes, desperdicios, posibles sustituciones y ampliaciones, el cual debe oscilar entre el 6 y el 10%.
  • Se recomienda extender varias piezas del material en el suelo extrayéndolas de varias cajas para comprobar el efecto final en su conjunto, particularmente en el caso de productos con un alto factor de variaciones de tono y diversidad de piezas distintas entre sí. En estos casos es muy importante instruir al instalador para que no coloque piezas iguales una junto a la otra. 

NIVELACIÓN

  • La superficie sobre la que se hará la colocación deberá estar seca y plana, con un valor máximo aconsejado de variación de niveles no superior a 3 mm, para un desnivel calculado bajo una regla de 2 m.
  • Para la colocación adecuada de los productos de gran tamaño la superficie deberá ser completamente plana.

SUELOS Y PAREDES

  • El firme, o soporte del piso, deberá estar completamente fraguado, sin fisuras visibles y limpio, sin polvos, grasas, aceites, ceras, pinturas y todo aquello que pueda afectar la adhesión.
  • Deberá ser estable y suficientemente resistente para soportar las cargas y cumplir los requerimientos para el uso específico que se le dará.
  • En las paredes, antes de colocar azulejos se debe realizar el enjarre de las mismas con arena y cemento, o bien con productos premezclados específicos para tal fin.
  • Si el soporte va a estar expuesto a la humedad, se le debe dar tratamiento antes de colocar el revestimiento.
  • Cuando en el soporte existan recubrimientos previos que no se retirarán, como viejas cerámicas, mosaico o piedras naturales, éstos deben ser sólidos, estar firmemente pegados al soporte y no tener grietas. Deben limpiarse previamente para retirar cualquier sustancia que impida la correcta adhesión del nuevo recubrimiento y deberán usarse adhesivos adecuados para cada tipo de superficie.

ADHESIVOS Y JUNTEADORES

  • Debido a su muy baja absorción, característica de la calidad europea premium, nuestros porcelanatos italianos deben colocarse con adhesivos que tengan valores de adherencia mejorados, disponibles en diversas marcas de pega piso nacionales e importados.
  • La elección de adhesivos y junteadores depende del tipo de superficie a recubrir y del uso previsto, respetando siempre las especificaciones, procedimientos y recomendaciones de los fabricantes de dichos productos para cada aplicación específica.

INSTALACIÓN

  • El instalador profesional debe contar con herramientas de instalación apropiadas: cortadora manual o eléctrica con rodel o disco diamantado para porcelanatos, llana dentada, mazo de goma blanda o de silicona y llana de goma para el junteador.
  • El adhesivo se aplica sobre el soporte (superficie donde se colocará el recubrimiento) con la parte lisa de la llana y posteriormente se extiende “peinándolo” con la parte dentada.
  • Para zonas muy transitadas, fachadas, áreas exteriores o para piezas de 60x120 cm o mayores se recomienda, además de haber aplicado el adhesivo sobre el soporte, aplicar también una capa delgada de adhesivo sobre toda la cara posterior del recubrimiento usando la parte lisa de la llana. De este modo se consigue que no haya vacíos entre la cerámica y la superficie de colocación, logrando la adherencia y durabilidad adecuadas.
  • La pieza se une al soporte y se presiona lo suficiente para nivelar por aplastamiento los surcos que ha dejado la llana dentada en el adhesivo. En este proceso el colocador se apoya con el mazo de goma blanda o de silicona.
  • En caso de colocación con juntas desfasadas, conocida también como instalación a “rompejunta” o “continua”, se recomienda que para mantener la estética y evitar dificultades en la instalación, el traslape de las juntas no supere el 25% con respecto a la longitud de la pieza adyacente. Nunca debe realizarse en la mitad de la pieza.
  • Conviene revisar la instalación del material antes de que el adhesivo esté seco, con el fin de facilitar posibles correcciones mientras el adhesivo lo permita sin dificultades extraordinarias.

JUNTAS

Las juntas, que son los espacios entre las piezas, desempeñan un papel crucial en la instalación de recubrimientos cerámicos. No solo influyen en el aspecto estético, sino que también cumplen una función esencial al absorber movimientos y deformaciones que son comunes en las estructuras de construcción. Además, ayudan a atenuar algunas características técnicas inherentes a los recubrimientos cerámicos, como ligeras variaciones en curvatura y pequeñas diferencias de tamaño.

En general, se recomienda utilizar juntas de colocación de 2 mm para productos rectificados y de 3 mm para productos no rectificados. En casos donde existan juntas estructurales en el soporte, estas deben respetarse y reflejarse en el revestimiento mediante juntas de dilatación cuyo ancho sea igual o superior al de las juntas estructurales del soporte. En espacios más amplios, se sugiere colocar juntas de dilatación de 5 mm, con la distancia entre ellas determinada por si se trata de áreas interiores o exteriores y si son zonas de uso intenso o poco uso.

Es común utilizar perfiles metálicos o plásticos rellenos de material elástico en las juntas de dilatación. También, se deben considerar juntas perimetrales entre la pared y el suelo, dejando una separación de 3 a 5 mm entre la última fila de piezas cerámicas y la pared, así como en las columnas y las vigas verticales.

En el caso de juntas en fachadas, es recomendable consultar la legislación local vigente. Antes de rellenar las juntas, es esencial esperar al menos 24 horas hasta que el adhesivo esté completamente seco y asegurarse de que las juntas estén limpias y libres de residuos de adhesivo y polvo.

Es aconsejable trabajar en áreas pequeñas de 4 a 5 metros cuadrados a la vez y limpiar los residuos de junteador mientras el producto aún esté húmedo. La limpieza debe llevarse a cabo meticulosamente con una esponja mojada en agua. Enjuagar la esponja con agua limpia después de cada pasada y repasar con un paño húmedo por toda la superficie, siguiendo siempre las indicaciones del fabricante del junteador.

Para juntas epóxicas, es imprescindible realizar una limpieza exhaustiva y rápida con esponja y abundante agua, ya que la velocidad de reacción y endurecimiento de estos productos hace que sea difícil eliminar los residuos después de su endurecimiento.

DESPUÉS DE LA INSTALACIÓN

Una vez que el revestimiento ha sido instalado, es fundamental evitar actividades que requieran el uso de andamios, escaleras, el arrastre de objetos pesados o la presencia de materiales abrasivos de construcción. En caso contrario, es necesario cubrir cuidadosamente tanto los recubrimientos como las juntas para prevenir cualquier deterioro o problemas futuros de limpieza.

Los porcelanatos italianos de gran formato son conocidos por su excepcional dureza y resistencia. Si es necesario perforar el material después de la instalación, por ejemplo, para instalar accesorios en los baños, se recomienda utilizar brocas diamantadas de alta resistencia o brocas de tungsteno diseñadas específicamente para porcelanato. Esto garantiza resultados óptimos sin dañar el revestimiento.

LIMPIEZA DE FIN DE OBRA

Aunque el material aparente estar limpio, a menudo quedan finas capas de adhesivo y/o junteador que, con el tiempo, pueden causar acumulación de suciedad. La limpieza debe llevarse a cabo durante los primeros 4 a 6 días después de la instalación y el junteo del piso. No es posible eliminar estos residuos con agua; es necesario utilizar un producto especializado y seguir cuidadosamente las indicaciones del fabricante. Nunca utilice ácido muriático.

Utilice exclusivamente productos diseñados específicamente para este propósito, que no dañen los recubrimientos. En el mercado, existen varias marcas de calidad disponibles. Antes de llevar a cabo la limpieza, se debe realizar una prueba del producto en una muestra de material no colocado o en una pequeña área poco visible, como lo dicta la normativa.

LIMPIEZA DIARIA

Para eliminar la suciedad cotidiana y restaurar el aspecto original, se recomienda utilizar agua tibia o caliente para trapear. Cuando sea necesario, se puede utilizar un detergente neutro y una esponja suave.

Es fundamental evitar frotar las superficies con instrumentos abrasivos, como estropajos de metal o cepillos duros.

También se debe evitar el uso de jabones, ya que suelen dejar una capa viscosa, especialmente cuando se emplean con aguas duras.

Además, es importante evitar el uso de detergentes abrasivos en superficies brillantes y no utilizar productos que contengan ceras o agentes de abrillantado.

LIMPIEZA EXTRAORDINARIA

En caso de necesitar una limpieza más intensiva debido a manchas particularmente difíciles, se aconseja tomar medidas de inmediato y emplear limpiadores específicamente diseñados para porcelanatos, adaptados a los diferentes tipos de manchas.